El uso adecuado de las tarjetas de crédito supone interesantes ventajas para la gente joven. Además de disfrutar de unos 20 días de crédito a cero costo (si se hace un buen manejo), contar con un plástico ayuda a forjar un historial y score crediticios. Si se consigue construirlos de manera sana, más adelante, sería más fácil acceder a financiamientos mayores y en condiciones blandas.
Aunque contar con al menos 6 meses laborando y una carta de empleo es un requisito común para acceder a este producto, hoy en día, muchos jóvenes enfrentan serias dificultades para acceder al mercado laboral formal. Según el estudio Los jóvenes dominicanos: esos desconocidos”, de Acción Empresarial por la Educación (Educa), 29% de los jóvenes entre 15 y 24 años está desocupado.
Sin embargo, no toda la población desocupada carece de ingresos regulares. En estos casos, es posible acceder a productos financieros como la tarjeta de crédito. ¿De qué manera puede alguien con este perfil adquirirla? En este post te lo contamos.
Requisitos y opciones
En general, cualquier persona mayor de 18 años puede acceder a una tarjeta de crédito aunque no esté empleada. Es una posibilidad que siempre ha estado abierta, dado que muchas personas perciben ingresos a través de negocios no formales o remesas.
En este caso, lo relevante es demostrar a la entidad de intermediación financiera que se cuenta con ingresos fijos de manera regular. Usualmente, el banco requerirá el estado de la cuenta por la que se perciben los ingresos correspondientes a los últimos tres meses.
Algunas entidades financieras cuentan con un producto especial para personas a las que se les dificulta evidenciar la fuente de sus ingresos, como, por ejemplo, alguien que perciba dinero efectivo mensualmente pero no mediante una cuenta bancaria.
A estos perfiles las asociaciones y bancos les ofrecen las tarjetas con ahorro como garantía. ¿Cómo funcionan? Pongamos el ejemplo de una entidad X, que requiere la apertura de una cuenta de ahorro de al menos RD$5,000 o de un certificado por valor de RD$10,000. Teniendo este depósito en garantía, el interesado/a podrá acceder a una tarjeta por el 90% del monto ahorrado en la cuenta o invertido en el certificado.
Otra manera de acceder al dinero plástico es contando con el duplicado de una tarjeta de crédito principal de un pariente cercano (padre, madre, tío, etc.). La desventaja es que, al no contar con la titularidad de la tarjeta, la posesión de este plástico no contribuye a construir un historial crediticio ni un score. De hecho, la responsabilidad del pago de los consumos es del titular de la tarjeta principal.
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