• Tarjetas
  • Inversiones
  • Préstamos
  • Ahorros
  • Entidades
  • Nosotros
  • Aprende

¿Cuánto deber?

¿Cuánto deber?

Edwincito estaba estancado en su decisión. Frente a su oficial de crédito, en la sucursal del banco, sentía, ansioso, el sudor en su frente y las manos temblorosas antes de firmar su “Debo y pagaré” más grande.

Ya por más de una semana, noche tras noche, las mismas preguntas no le habían permitido dormir tranquilo: “¿Cuánto puedo deber? ¿Cuánto es demasiada deuda? ¿La podré pagar?”

Son preguntas difíciles, pero muy necesarias. Edwin, un joven economista, decidió no firmar el contrato aquella tarde. Con la prudencia que le caracteriza, se acercó a su amigo el escribidor financiero a tomar un café, ya más tranquilo y sin el estrés de la tarde.

-¿Qué opinas, Escribidor? ¿Me meto en el lío? Ayúdame a responder esas preguntas que no me dejan dormir.

No hay una respuesta única. En más de un sentido, la relación con la deuda llega a escapar lo matemático o económico, y tiene matices sicológicos.

Muchos de esos prejuicios, a favor o en contra, son heredados por lo que, como niños o jóvenes, pudimos apreciar de nuestros propios padres.

“Yo no debo ni un centavo, a nadie, nunca”, pues “el que debe es esclavo”, «hasta para vivir, hay que deber” o “el rico siempre trabaja con dinero ajeno” son muestras del folklore financiero popular que nos influye y hasta confunde.

La capacidad de pago

Edwin pensó que lo único importante era su historial de pago. Había tenido préstamos y tarjetas en el pasado. Siempre pagó puntualmente y entendía que con ese excelente “score” bastaba.

-Si he pagado bien en el pasado, seguiré pagando como corresponde este nuevo préstamo… ¿Verdad, escribidor?

-Bájale algo, Edwin. El historial es importante, definitivamente. Pero tenemos que evaluar tu capacidad de pago.

-Explícame.

-¿Cuántos son tus ingresos mensuales? En la actualidad, de ese monto…. ¿Cuánto tienes comprometido en la forma de pagos de cuotas? Con este nuevo préstamo que pretendes tomar, ¿cuánto más tendrás comprometido?”

-Entendido. Pero, amigo, ¿hay algún principio general que pueda aplicar?”

-Claro que sí -le respondí-. Mientras menos debas, mejor. Y si no debes absolutamente nada, estemos claro, tanto mejor para las finanzas de tu hogar.

-¿Puedes ser más específico? De que voy a deber, deberé. ¿Pero cuánto es mucho?

-Como buena regla, proponte no comprometer más de 25% a 35% de tus ingresos netos. Puede variar, pero ojalá que, como extremo, tu límite máximo sea 40%. Si tienes más de eso comprometido, ya estás en el oscuro mundo de mis enliados.

-Escribidor, ¿y por qué no puedo deber más? ¿Algo me lo imposibilita?

-Un buen banquero te lo impedirá. O debería hacerlo, pienso yo. La razón es sencilla: si asumimos que tus gastos fijos son el 50% de tus ingresos netos, junto a un 40% de carga fija de pago de cuotas, estarás en un sitio muy poco envidiable.

-¿En cuál, Escribidor?

-En el lugar de los que no ahorran o de los que, si sufren imprevistos o una pérdida del 10% de sus ingresos (algo bastante posible), tendrán que dejar de pagar sus préstamos o compromisos básicos.

¿Algún otro consejo o idea?

-Sí, Edwincito. Hay deudas y hay deudas. Si debes el 40% de tus ingresos, espero que tus cuotas para pagar tarjetas de crédito o préstamos de consumo con altas tasas de interés no superen el 10% o 15%.

-¿Alguna razón en específico?

-Claro, para que tu meta sea quedarte sólo con deudas ‘buenas’. En mi opinión, eso significa un préstamo hipotecario y, quizás, uno de vehículo, cuyas cuotas sean, juntas, el 25% o 30% de tus ingresos.

-¿Y por qué son ‘buenas’?

-Por varias razones. Entre ellas porque las asumiste con un destino en específico. Para un activo, no para gastos que luego ni recuerdas cuáles fueron o para qué.

-También porque son préstamos garantizados y, por tanto, de tasas de interés más bajas. Finalmente, porque amortizan en el tiempo y, en un plazo determinado, a diferencia de las líneas o tarjetas de crédito, los habrás saldado en su totalidad.

-Paga las ‘malas’ mientras más rápido puedas, de tal forma que el 10% o 15% de tus ingresos que antes destinabas a pagar esos créditos costosos ahora los utilices para pagarte a ti mismo y engordar, con la misma puntualidad, tus ahorros.

-Querido amigo -me despedí a la salida del café-, recuerda que estas son ideas generales. A más de 60 amigos les hice las mismas preguntas que tú me hiciste a mí y sus respuestas varían bastante, de caso a caso.

 

*Artículo publicado originalmente en Argentarium.com, el 14 de enero de 2016.

 

Artículos relacionados:

Dinero plástico para principiantes 101

Dinero plástico para reconstruir tu historial de crédito

La importancia de tener un buen historial y score de crédito

Últimos articulos

Cuentas de Corretaje tu paso inicial en el Mercado de Valores.

Las cuentas de corretaje son un registro esencial para invertir en las diferentes opciones que ofrece el mercado de valores de la República Dominicana.  Se abren a través de los puestos de bolsa. Esta cuenta te permitirá colocar órdenes de inversión y canalizar los recursos para que tu puesto de bolsa las ejecute.

Leer más

Guía para realizar una Inversión Inteligente Evaluar, Gestionar y Construir una Cartera Personalizada.

La inversión es una herramienta esencial para construir riqueza a largo plazo y para tener éxito en este mundo, es fundamental comprender cómo evaluar y gestionar el riesgo al invertir, así como construir una cartera que se adapte a tu nivel de tolerancia al riesgo y objetivos financieros personales.

Leer más

Diferencia clave entre bolsa de valores vs. mercado de valores

Con frecuencia los términos mercado de valores y bolsa de valores son utilizados como sinónimos. Es una usanza extendida incluso entre personas con mucha experiencia en el campo financiero. Sin embargo, de manera técnica, estos términos no hacen referencia a lo mismo.

Leer más

¿Es una buena idea pagar anticipadamente un préstamo?

Aunque es algo poco común, pero sí una realidad posible, el pago anticipado de un préstamo está dentro de las opciones de los créditos personales. Sin embargo, no todo es color de rosa a la hora de hacer esto, ya que tienes sus implicaciones.

Leer más

Anticipa las tormentas con previsión financiera.

El fondo de emergencia es el ahorro que hacemos para proteger nuestras finanzas de eventos imprevistos. Estos pueden ser de diversas índoles.

Leer más

El efecto de cancelar tu tarjeta de crédito en tu perfil financiero

Con frecuencia la gente quiere organizar sus finanzas y toma decisiones cómo cancelar una de sus tarjetas de crédito, conservando la que mejor se adapte a sus necesidades.  

Leer más

Comparando caminos financieros Fondos de Inversión vs Certificados de Depósito.

¿En qué es mejor invertir, en un certificado de depósito o en un fondo de inversión? La pregunta se responde en función de tu perfil como inversionista, pues dependerá de factores como qué tanto tiempo estés dispuesto a despojarte de tu dinero o el nivel riesgo que te atrevas a correr para tratar de obtener una determinada rentabilidad.

Leer más

Certificados Financieros: Una opción de inversión segura y rentable

En este artículo, explicaremos qué son los certificados financieros, cómo funcionan, qué se necesita para empezar a invertir en ellos y cómo Rexi es una herramienta útil para comparar diferentes opciones.

Leer más

¿Deseas restablecer tu historial crediticio? Explora las formas en que las tarjetas de crédito pueden brindarte apoyo financiero | Guía completa

La población bancarizada que termina perdiendo el acceso al crédito formal por hacer un mal manejo de una o varias facilidades de financiamiento no es reducida. Si es tu caso, te contamos que recuperar el crédito es posible.

Leer más

Guía esencial del tarifario Todo lo que debes saber sobre su propósito e información clave.

¿Cuántas veces te has encontrado con un cargo en algún producto financiero (tarjeta, cuenta de ahorro, certificado financiero o préstamo) que no sabías que existía? ¿Por qué nadie te lo había dicho antes? ¿Por qué no era una información conocida para ti?

Leer más

Gracias por suscribirte!