Determinar cuántas tarjetas de crédito usar puede ser una disyuntiva para muchas personas económicamente activas. Podemos usar la cantidad que queramos. Las opciones van desde ninguna hasta lo que permita el espacio de la billetera, para poner un tope, y siempre que nos sean aprobadas. Pero lo correcto es preguntarnos cuántas debemos tener en lugar de cuántas queremos o podemos tener. Aunque algunos analistas financieros consideran que dos es un número óptimo, debemos cuidarnos de las sentencias absolutistas. Lo cierto es que esto va a depender de las características y las experiencias particulares de cada tarjetahabiente.
No tener tarjetas de crédito puede, en algunos casos, suponer el desaprovechamiento de una buena oportunidad, y tener más de las que debemos, puede generarnos pérdidas de tiempo y de dinero.
Argentarium.com les presenta algunas recomendaciones que pueden ayudar a hacer una primera evaluación de su situación personal, así como a decidir cuántas tarjetas de crédito usar para obtener mayor nivel de eficiencia.
Si no tiene ninguna tarjeta
Muchas personas no usan tarjetas de crédito. En Argentarium.com les preguntamos a nuestros lectores sobre la cantidad de tarjetas que poseen, y el 15% de los encuestados respondió que ninguna. El dato es inferior al de Estados Unidos, donde el 29% de la población no tenía tarjeta de crédito en 2014 (Gallup), pero es bastante significativo.
¿Es recomendable? Ciertamente, hay quienes tienen buenas razones para optar por no usar esta herramienta, principalmente personas con dificultades serias para controlar sus hábitos de consumo o gasto. En estos casos, optar por no usar tarjeta de crédito puede ser lo más prudente.
Hay quienes tienen buenas razones para optar por no usar esta herramienta, principalmente personas con dificultades serias para controlar sus hábitos de consumo o gasto.
También cuando se desconoce o no se entiende bien el producto, para evitar accidentes con consecuencias importantes para nuestro bolsillo y para nuestro historial de crédito.
Sin embargo, una persona organizada, con capacidad para controlar las acciones que inciden en sus finanzas y bien enterada de cómo usar la tarjeta de crédito, sí debe considerar tener una en la billetera, principalmente como medida de prevención ante eventuales emergencias, puesto que se trata de un crédito listo para usar en cualquier momento.
Además puede favorecerse de los planes de lealtad que ofrecen las entidades financieras a un costo de 0%, siempre que el usuario no se financie con la tarjeta. Es decir, siempre que pague a tiempo (antes de la fecha de vencimiento) el balance al corte.
Recuerde considerar los costos de cada producto antes de tomar cualquier decisión (como comisiones por servicios y tasas de interés), algo que puede hacer muy fácilmente utilizando nuestro Comparador Bancario.
Si tiene una o dos
Gallup indica que un 33% de los norteamericanos tiene entre una y dos tarjetas de crédito. En nuestro ejercicio, la proporción que indicó lo mismo es de casi el doble: 62%. Esta cantidad se puede considerar moderada, siempre que los productos se usen adecuadamente.
En detalle, el 28.4% de nuestros encuestados dijo tener una tarjeta. Si usted está en este escalón y está considerando adquirir otra, la decisión puede ser favorable, tomando en cuenta que una segunda tarjeta de crédito puede sacarlo de un apuro en caso de que se presenten dificultades algún problema en la plataforma de servicios del instrumento de pago.
De todos modos, recuerde que solo es recomendable si ha tenido un buen manejo con la primera tarjeta. Esto implica, por ejemplo, que no se esté financiando.
Finalmente, tome en cuenta que puede ser conveniente que si tendrá dos tarjetas, sean de las casas emisoras diferentes (Visa, MasterCard o American Express) puesto que podría ocurrir que un establecimiento no acepte una de las variantes.
Si tiene tres o cuatro
En este escalón está el 19.5% de nuestros lectores y el 18% de los norteamericanos económicamente activos, según Gallup. Quienes se sitúan en este renglón deben asegurarse de que no están fragmentando mucho su consumo y, en consecuencia, desaprovechando los planes de lealtad de las entidades financieras con las que tienen vínculo.
Además, es preciso tomar en cuenta que cada producto requiere de seguimiento y monitoreo, y esto demanda esfuerzo y tiempo. Esta responsabilidad no se debe eludir, puesto que el descuido puede costar dinero.
Por otro lado, mientras más productos posea, mayor es el riesgo o la exposición a fraudes y estafas, como la clonación de tarjetas, un mal que parece estar ganando presencia en nuestro país.
Por último, no olvide que cada tarjeta de crédito tiene costos fijos, como el seguro por pérdida o la membresía anual, y a mayor cantidad de tarjetas, mayor nivel de costos.
Si tiene cinco o más
En nuestra encuesta, el 4% dijo tener cinco tarjetas o más. Es un número reducido si se compara con los resultados de Gallup para los norteamericanos, donde el 16% de la población está en este renglón.
Si usted está en este grupo, revise cuidadosamente todas nuestras recomendaciones para las personas que tienen entre tres y cuatro tarjetas y reconsidere las razones por las que tiene tantas.
Recuerde que cada tarjeta de crédito tiene costos fijos, como el seguro por pérdida o la membresía anual, y a mayor cantidad de tarjetas, mayor nivel de costos.
Quizás es posible reducir el número de tarjetas y simplificar sus finanzas. Aceptar tarjetas de crédito por razones equivocadas, como porque la agente de ventas le pareció simpática, porque tiene una ranura vacía en a billetera o, simplemente, porque la entidad bancaria se las ofreció, puede tener consecuencias negativas.
Por ejemplo, puede estar generándole un límite de crédito muy alto que, bajo algunos criterios, podría ser considerado como un factor de riesgo de endeudamiento en una evaluación para otorgarle otro tipo de crédito.
Redacción por Lery Laura Piña. Adaptado de Argentarium.